Spanakopita, pastel griego de verduras y queso feta.

Después del largo paréntesis de las fiestas navideñas volvemos a la cocina, con aire internacional. El reto, hacer aun mas atractivas unas ricas y saludables verduras, apoyándonos en la experiencia de nuestros queridos vecinos griegos.
Comenzamos preparando el relleno de espinacas, acelgas, puerro, sofrito y queso feta.

Lavamos y picamos bien las verduras, quitamos las pencas (tallo) a las acelgas - que utilizaremos para otras preparaciones -, y picamos muy fino el sofrito, incluidas las hojas verdes. 

Una vez que tengamos todas las verduras muy picadas, en una sartén grande y con poco aceite y algo de sal, las vamos pochando por orden de dureza, primero el sofrito, luego puerro, acelgas y espinacas. Una vez pochadas, las vamos poniendo en un colador o chino y las vamos apretando para quitarles todo el liquido posible ya que de lo contrario, esta humedad nos empapará la masa - que ahora comentamos -  y no quedará crujiente.

Para facilitar el montaje del pastel preparamos una fuente de horno, aceitada, ponemos una capa de masa filo, que sobresalga por los bordes y la pintamos de aceite. Ponemos otra, también pintada, luego otra arrugada, para que tenga algo de volumen, y pintamos de nuevo de aceite. 

Encima ponemos el relleno de verduras. Incorporamos el queso feta desmigado en trozos. Seguimos con otra capa de masa filo pintada de aceite. Doblamos la masa filo sobrante por los bordes, hacia adentro, siempre pintándola con aceite, y si no queda bien tapada, ponemos una última capa de masa por arriba. Cortamos la preparación en la misma fuente, en trozos que serán luego las raciones individuales. Con esto conseguimos que el vapor de las verduras salga y no nos moje la masa.

Introducimos la fuente en el horno, 220 grados, arriba y abajo, hasta que la masa quede bien dorada.

Buen provecho de parte del profe!.