Rebozado de pescado
Ayer aprendimos, hicimos y degustamos pescado frito y rebozado de tres maneras: con harina, con harina y huevo y a la tempura.
Primero el profe nos puso en el contexto de la clase e inmediatamente ya en la cocina hicimos los preparativos con lomos que había traído Esteban - limpiar, quitar la piel, trocear, poner un poquito de sal...- y vimos los instrumentos que íbamos a utilizar.
Esteban nos recuerda continuamente la higiene de los alimentos y su manipulación. Es muy fácil despistarse y los riesgos son altos, apareciendo tanto en la conservación como en su manejo en la cocina.
Empezamos con el rebozado de harina que hicimos "a la bolsa" - no, no es invocando a Wall Street, sino - poniendo la harina en una bolsa de plástico, introduciendo los trozos dentro y agitando después. Con bastante aceite en cazuela - dos o tres dedos -, y bien caliente, depositamos los trozos con cuidado para no salpicar - ni quemarnos! -. Nada mas dorarse - un par de minutos - vuelta y al poco fuera, a un papel absorbente para secar el aceite sobrante. Probamos los trozos muy calientes aun: muy ricos.
El rebozado al huevo fue muy similar: primero la fase de la harina, luego el huevo y misma operativa y tiempo. Recordatorio de higiene en el manejo del huevo. Como por encanto apareció el verdejo para resituar las tareas. También nos salio muy bien. Mas crujiente, nos gustó a los cuatro.
Y finalmente el reto de la tempura.
A la harina - 700 gramos. - le añadimos un sobrecito de levadura - royal - y sal y mezclamos en seco. Luego añadimos dos cucharadas de aceite y batimos mezclando con cerveza bien fría para conseguir una masa con la densidad deseada, para poder rebozar. Despues de rebozar se opera igual que anteriormente dejando un poco mas de tiempo de coccion - tres o cuatro minutos - y poniendo mas cuidado en las posibles salpicaduras. Mas doraditos y crujientes aun, los trozos. nos gustaron todavía mas...
El profe nos dejo al final unos minutos al mando completo de la cocina - ayudados por Maria - y no rompimos nada ;-)
Estaremos un par de semanas sin clase - viajes, excursiones...- así que estaremos también menos activos en las redes. (O no!)
Primero el profe nos puso en el contexto de la clase e inmediatamente ya en la cocina hicimos los preparativos con lomos que había traído Esteban - limpiar, quitar la piel, trocear, poner un poquito de sal...- y vimos los instrumentos que íbamos a utilizar.
Esteban nos recuerda continuamente la higiene de los alimentos y su manipulación. Es muy fácil despistarse y los riesgos son altos, apareciendo tanto en la conservación como en su manejo en la cocina.
Empezamos con el rebozado de harina que hicimos "a la bolsa" - no, no es invocando a Wall Street, sino - poniendo la harina en una bolsa de plástico, introduciendo los trozos dentro y agitando después. Con bastante aceite en cazuela - dos o tres dedos -, y bien caliente, depositamos los trozos con cuidado para no salpicar - ni quemarnos! -. Nada mas dorarse - un par de minutos - vuelta y al poco fuera, a un papel absorbente para secar el aceite sobrante. Probamos los trozos muy calientes aun: muy ricos.
El rebozado al huevo fue muy similar: primero la fase de la harina, luego el huevo y misma operativa y tiempo. Recordatorio de higiene en el manejo del huevo. Como por encanto apareció el verdejo para resituar las tareas. También nos salio muy bien. Mas crujiente, nos gustó a los cuatro.
Y finalmente el reto de la tempura.
A la harina - 700 gramos. - le añadimos un sobrecito de levadura - royal - y sal y mezclamos en seco. Luego añadimos dos cucharadas de aceite y batimos mezclando con cerveza bien fría para conseguir una masa con la densidad deseada, para poder rebozar. Despues de rebozar se opera igual que anteriormente dejando un poco mas de tiempo de coccion - tres o cuatro minutos - y poniendo mas cuidado en las posibles salpicaduras. Mas doraditos y crujientes aun, los trozos. nos gustaron todavía mas...
El profe nos dejo al final unos minutos al mando completo de la cocina - ayudados por Maria - y no rompimos nada ;-)
Estaremos un par de semanas sin clase - viajes, excursiones...- así que estaremos también menos activos en las redes. (O no!)
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